Parece que el blog empieza a animarse, y nos empiezan a llegar nuevas colaboraciones. Por cierto, muchas gracias a todos los nuevos suscriptores: Kenzo, Hiddai, Tatojimmy, Peace-for-ever, Thiago y Lord Xandre ;)
Este relato nos lo envía Miguel Domínguez, y he de decir que es una preciosidad. Además de cómo lo cuenta, tiene mucha importancia lo que cuenta. Juzgar vosotros mismos...
15 de abril, 2009
Mi pensamiento quebrado y débil se halla cansado. Cansado de pensar en ti, en tus labios cual rojo llameante que baja de tu boca rubí hasta tu hermoso pecho escarlata. Tus ojos color café, profundos y misteriosos, vago olvido de la misma memoria de mis sueños contigo... sueños de pasión, en los que mirar se convierte en el verbo ver, y veía en tu interior sin encontrar la saciedad, veía tu salvaje fiereza y tu más que ardiente amor por mí. Tu sonrisa, collar de perlas bañado en luz de luna, blanca como la nieve que se apodera poco a poco de mi humilde corazón. Hielo. Fuego… Lengua plateada, reluce albores de luz que baja por tu torso amarrada a la tristeza que emana de mi mirada. La dulzura es mi canto a tu piel de seda, la ternura es mi grito que rompe con la amargura de la dura realidad; tu posible rechazo ante mis sentimientos expresados por la ingenuidad de mi mente, caminante de los prados de tu conciencia. Sueños... ¡valga la intuición! ¿Acaso hay persona en el mundo que no sepa ya que te amo? es el miedo lo que empuja la vida, es el miedo lo que mueve el alma. Mi ánima melancólica, deseosa de calmar su angustioso dolor se refugia en la idea de que la luz brille en tus más profundos pensamientos, y así podrás darte cuenta, ya sea por la más dulce mirada, el temblor de mi cuerpo al verte o esa forma de observarte tan singular que tengo perdiéndome en tu rostro y silueta, de que te amo. Hoy será el día… Susurraré tu nombre a las rosas de mi jardín intentando no clavarme las espinas de tu corazón. ¡Miedo! ¿Por qué me atormentas? ¡Son sólo palabras! sonidos que se pierden en el aire... ¿tan difícil es decir lo que siento? Mi pena, negra agonía que empapa cada poro de mi piel y que marchita cada centímetro de mi cuerpo, envenenándome. Siento que no puedo respirar... No aguantaré más tiempo... Esta noche las estrellas me ayudarán como la mar a los navegantes en un día de tempestad.
28 de junio, 2009
-Te amo. ¿Sabes? Me enamoré esa noche de lluvia en la que viniste a mi casa y me dijiste todo lo que sentías por mí. Al principio no sabía cómo reaccionar pero penetraste en mi interior y comprendí lo que significaba para ti y lo que tú significas ahora para mí- dijo clavando sus pupilas en mis ojos.
-Tenía miedo... Nunca me arrepentiré del momento en el que te busqué porque te besé por primera vez en tu portal y lo que pude sentir no se puede expresar con palabras. Fue dejarse caer en los versos de una poesía comparable al olor jazmín de tu cuello... por un precipicio que nunca termina y con la extraña percepción de estar cayendo eternamente en un mar de emociones confusas...Simplemente no pensaba... Nunca me dejes porque eres la luz que me permite no fallecer en vida. Te amo. -temblé.
-Nunca te dejaré cariño... Bésame- me susurró al oído.
Le besé el cuello y fui subiendo hasta morderle el labio fusionándome con él, rezando que ese momento nunca acabara y que el viento se parase sólo por nosotros. El tiempo ya no importaba porque pasó a un segundo plano y estábamos viviendo una realidad paralela donde nuestro único propósito era expresar nuestro amor...
Ilusiones convertidas en mariposas coloridas que revolotean en mi estómago al tocarte... al sentirte. He sido fuerte, he luchado por ti y ahora me siento feliz. El solo hecho de tenerte a mi lado y poder mirarte a los ojos sabiendo que tú sientes lo mismo por mí, me hace tiritar y cada milímetro de mí respira por ti, vive por ti y ahora sólo necesito una dosis más, porque tú, cariño mío, eres mi droga.
- Déjame acariciarte y bajar hasta donde los placeres del deseo se convierten en lujuria y mi cuerpo se vuelve un instrumento de nuestro amor- se postró en la silla del dormitorio y esperó.
Oigo flotando en el mar de armonía rumor de besos y batir de alas...Cierro mis párpados y me dejo llevar por los susurros de la serpiente rendida en tu cama, morada de los pecados. Noche de vigilia en la que el cielo llora estrellas ante semejante belleza.
Al acabar nuestro baile nocturno se mostró ante mí Afrodita y la inspiración de las Musas crearon palabras...expresiones sentimentales de mi condena eterna; la dependencia de ti para sobrevivir.
-Todo lo vivido es inexplicable. Mi vida sin ti es una canción sin notas, un cuadro sin pinceladas; una rosa sin pétalos. Quiero contarte la historia que dejaste entre mis dedos, y pintarme las manos color púrpura; amarrarme los pies entre cuerdas de soledad y lanzarme al océano de tu alma.
Me dormí en tu pecho cubierto de escarcha y recordé las sombras de mis antiguos sentimientos.
Un día más que te siento mi ángel, una noche más que viviré por ti.
11 de diciembre, 2009
-¿Cómo pudiste? ¡Nunca me ibas a dejar! Nuestras almas se fundirían en el limbo y así estaríamos siempre juntos. ¿En qué pensabas cuando me engañaste con aquel demonio disfrazado? ¡Mírame a los ojos! Me has destrozado... ¡¿Por qué?! ¿No he sido suficiente para ti? ¿No te e colmado de toda clase de lujos, de sentimientos y de emociones?-gritaba. No paraban de surgir interrogantes en mi cabeza.
-Cariño, yo... No quería... Perdóname... Tú no eres el responsable de esto. Pero ya... NO TE AMO. No siento lo mismo...Lo siento.
Silencio.
En ese instante desaparecí de la tierra. Mis pupilas se dilataron al máximo y mi cuerpo entumeció. El reflejo de mi alma lloraba gotas de rocío posadas en las láminas de una violeta. Esas palabras no paraban de resonar en mi cabeza una y otra vez hasta volverme loco y lo más triste es... que después de todo seguía amándote...hubiera seguido dando la vida por ti.
Eres el único a quien amo para no olvidar y sin embargo, desearía no amarte para que desaparecieras totalmente de mí. Realidad imposible. Para mí siempre seguirás siendo el único aunque me hayas roto el corazón y haya tenido que ir detrás cosiendo los retales con mis dedos. No podría sentirme más confuso, hay veces en las que te odio por todo el daño que me has causado y por haber puesto lágrimas en mi cara. Por eso me duele decir que seguiré ahí hasta el resto de mis días.
Amor... No quiero un corazón roto. Me niego a vivir sin ti. ¡Te necesito! Arrancaré mis pestañas por deseo de que vuelvas a mi lado y hagamos que no ha pasado nada. Que lo que me hiciste nunca tuvo lugar en el tiempo...
Lágrimas en mi almohada donde tú solías descansar. Lloraré un río que conduce a tu inmenso océano. Pero tranquilo, nunca me verás caer en las palabras de un sentimiento destrozado porque son sólo emociones atrapándome en una tristeza absoluta, perdidas en una canción de amor. Ven a casa cielo mío... ¿o acaso no sabes que no hay nadie que me abrace fuerte? ¿Acaso no sabes que no hay nadie que me un beso de buenas noches?
Ahora me encuentro en un lugar que nunca pensé que podría estar. Un mundo donde todo es acerca de ti y de mí. Por fin mi corazón roto es libre para extender mis alas y volar lejos contigo. Te quiero demasiado que lo único que me importa es que seas feliz, aunque esa felicidad no la pueda disfrutar yo también. Te siento dentro de mí.
Un día más que te recuerdo mi ángel, una noche más que moriré por ti.
21 de enero, 2020
Hoy me han despertado los rayos solares provenientes de mi ventana. Aún adormilado fui acercándome al alféizar donde reposaba en un tiesto la rosa que me regalaste hace ya diez años. Me asomé y contemplé el cielo despejado, las aves volar libres, las nubes esponjosas... De pronto sentí que ya había dejado se sufrir por ti. Mis ojos dejaron de humedecerse y comprendí que era feliz. Había superado tu amor, aunque de cierta forma seguía formando parte de mí, de mi pasado y por lo tanto te seguía amando de otra manera.
La luz se abrió paso entre mis tinieblas y las dispersó. Salí de la fosa que yo mismo me había cavado. Suspiré. A continuación cogí la rosa y lentamente quité los pétalos uno a uno. Los apreté en mi puño izquierdo, me lo llevé al corazón y acto seguido abrí la mano y, ¡soplé! El viento se llevó los pétalos lejos simbolizando que mi amor por ti se alejaba por fin de mi vida y me permitía respirar y sentir de nuevo. Ahora buscaría a otra persona que me hiciera suspirar como tú lo hiciste en su día.
Un día más que volaré sin ti mi ángel, una noche más que viviré por fin.
3 comentarios:
Una linda historia, una realidad vivida por muchos de nosotros, pero que bien lo ha contado...
Un abrazo,
Josep
Ah, yo me había ofrecido a colaborar sin saber que, efectivamente, admitías colaboraciones... Bueno es saberlo.
Lo que si tengo que decirte cari, que resulta muy difícil comentar en este blog por el sistema de hacerlo, no sale la pantalla completa y hay que andar moviendo el ratón para darle a lo de publicar. Yo creo que tendrías mas comentarios si fuera más facil hacerlo.
Bezos.
Thiago, cuando quieras puedes colaborar con lo que te plazca: un relato, un poema, una foto, etc ;)
Acabo de arreglar lo de los comentarios ¡por fin! Ya sabía que os daba problemas y ya está todo arreglado. Gracias por el aviso de todos modos :)
Un abrazo!!!
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