Combinaciones y permutaciones...


Tatojimmy vuelve a las andadas deleitándonos con un nuevo relato para nuestra sección "Colaboraciones". Qué voy a contaros de Tatojimmy que no mencioné la semana pasada, pues eso, que es un tío fantástico y que escribe unos relatos realmente geniales. Este quizás es un poquito más "picantón" que el de la semana pasada xD, pero bueno, sigue siendo igual de bueno y profundo... ;)
Y a todos los demás que nos visitáis, tenemos nuestro correo abierto para cualquier tipo de colaboración que queráis hacer. Un relato, un poema, una fotografía, una canción, o lo que tú quieras ;)
Aquí tenéis el relato de Tatojimmy titulado: "Combinaciones y Permutaciones... y del amor, la necesidad y seres especiales". ¡Gracias por el relato Tatojimmy!
Un recuerdo.

Un post. Dos post. Un comentario. Muchos.

Amor.

Necesidad.

¿Pareja? ¿Novio?

¿Atractivo?

Conceptos que cada uno puede unir de una forma u otra.

Unos buscan algo especial. Alguien especial. Ayer me comentaba un amigo que, todos somos especiales. Por distintas cosas. Y puede que tenga mucha razón. Cada uno entiende como “especial” una cosa. Como cada uno entiende por “guapo”una cosa. Y ya no digamos por “atractivo” o que “me ponga”. Todos tenemos algo que a alguien le resultará especial.

Uno busca un follador. Que folle bien. Otro, busca un mimoso. Otro busca, alguien que le diga al oído guarradas. Ese busca, alguien que le comprenda. Ese otro, busca alguien al que comprender. Fulanito, quisiera alguien con el que hablar de cine. Incluso alguno puede buscar alguno que hable de fútbol. O de baloncesto. Y el de allí, el que está sentado, busca simplemente alguien.

Unos se conforman. Otros no se conforman.

De los que no se conforman, una gran parte en realidad, al final acaban conformándose. Porque adecuarán al que llegue a su medida. Somos únicos para engañarnos cuando nos conviene. Simplemente, llega uno, nos mola su culo, parece que es mínimamente aceptable, y vamos transformando las cosas que no nos gustan, en cosas que nos ponen.

Puede que un día, ése, nos de una bofetada en nuestro entendimiento. Y nos caigan en el pie, las fachadas que nos hemos montado a su alrededor. Habrá heridos. Normalmente nosotros mismos. Y volveremos a pensar que, no nos conformaremos la próxima. Pero, con mucha probabilidad, volveremos a engañarnos. Porque tanto entre los que se conforman, como los que no se conforman, simplemente necesitamos tener a alguien.

Pero sí, hay una parte de los que no se conforman, que buscarán y bucearán hasta encontrar lo que están convencidos que necesitan. Unos de esos, cuando lo encuentren, se darán cuenta que, se han engañado. Que no era eso lo que buscaban. También caerán las fachadas en sus pies, esta vez serán sus propias fachadas. Cambiarán el chip, se volcarán otra vez en una búsqueda adecuada a los nuevos parámetros.

Otra parte de los que no se conforman, encontrarán. Y serán felices, y comerán perdices. Sus necesidades, eran de verdad sus necesidades, y han triunfado. Lo encontraron.

Los que se conforman... no piden grandes cosas. Se adaptan. Tienen unos mínimos. Unas veces físicos, otras espirituales o de forma de ser, y otras veces una mezcla de ambas. Cumplidos éstos, las demás facetas se adaptan. De estos también, unos triunfan, dan con la fórmula adecuada, y también comen perdices. Otros, prueban, no dan con la fórmula, y se van al mercado.

Y otros... ni siquiera se ponen unos mínimos. Están a la expectativa, prueban, les mola, y adelante.

Y otros solo picotean donde pueden, o donde les dejan.

Otros van de flor en flor, uno cada noche. Cama, sexo y hasta luego.

Unos tienen un novio en cada puerto.

Y esos, buscan solo uno, para toda la vida.

Unos piensan que todo tiene caducidad.

Otros prefieren pensar que, puede durar mucho tiempo. Incluso toda la vida.

Unos aman, y otros necesitan. Pero cuando se ama de verdad, se acaba necesitando también. Incluso, cuando se necesita, se acaba amando. Y ni lo uno ni lo otro.

Unos quieren experiencia. Otros juventud.

Aquellos no saben estar solos. Salen de uno, y encuentran otro.

Los que están allí, salen de una, sufren. Tienen suerte y encuentran alguien. ¿Deberán guardar luto por lo que no salió? Como nuestras abuelas, ¿un año de negro? ¿O dos? ¿Tres meses? ¿Deben renunciar a poder encontrar algo que les ilusione? ¿Por el luto? ¿Aunque sea porque no saben estar solos?

Incluso los del fondo, quieren estar solos.

Cada uno se hace una composición de lugar. De su vida. De lo que cree que necesita. Se engañan. Unos antes, otros mientras, otros después. Pero necesitan. Lloran. Aman. Ríen. Sufren. Disfrutan. Incluso algunos no se engañan.

¿Alguien puede juzgar? ¿Alguien puede decir que una fórmula, la suya es la verdadera? ¿Puede elevarla a la calidad de verdad inmutable?

Se puede, desde luego. Fíjate, algunos elevan a esa calidad, el que los que somos gays, homosexuales, maricas... somos enfermos, viciosos. O la nueva filosofía de algunos... dignos de compasión.

Hay un límite. Es no engañar, no hacer daño al de al lado. No decir te quiero, cuando quieres decir, “quiero tu polla en mi boca esta noche”.

El número de combinaciones y permutaciones posibles, claramente, tiende al infinito.

¡¡Besaos... vamos!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un análisis muy lúcido de las relaciones humanas. Me ha encantado... Claro que confieso que no soy imparcial, porque me encanta todo lo que escribe tatojimmy.

Un abrazo,

Josep

Anónimo dijo...

Que voy a decir de Tato que el no sepa ya.. eso si, Fernando, en persona gana muchísimo más, te lo digo yo... asi que si un día tienes oportunidad no lo dudes, es un tio grande.

Un beso cielo

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