Homofobia


Esencia del alma infectada por el cáncer de la vulgaridad. Gen defectuoso de la discordia, destructor del entorno de la vida, lluvia ácida de la humanidad, anómalo de la razón.

Dices que la homosexualidad es una enfermedad, algo innatural, una plaga que hay que erradicar antes de que se extienda y no tenga solución, una causa perdida para miles de personas enfermas cuya única medida es la exterminación.

Ves como causa justa, la muerte para aquellas personas que aman a personas de su mismo sexo, o te parecería maravilloso que nos encerraran en un geto hasta podrirnos como basura.

Abismo de inteligencia absurda, cómo te atreves a decir que vamos a contranatura cuando lo que llamas enfermedad ha existido desde los comienzos de la humanidad. Cómo osas a decir que no tenemos sentimientos y que nos dejamos llevar por el huracán del vicio y de la inmoralidad. Cómo eres capaz de intentar arrebatarnos la palabra familia cuando podemos ser mejores padres o madres que una familia tradicional. Cómo puedes decir que iremos al infierno porque Dios creó al hombre para amar a la mujer. Si existe realmente Dios, éste nos creó a cada uno como somos, seamos gays o heterosexuales, rubios o morenos, blancos o negros, como puedes criticar la obra que tu gran dios ha creado con tanto ímpetu.

Te equivocas completamente ni somos antinaturales, ni enfermos, ni ninguna definición similar que se te ocurra, somos, ante todo, personas y como personas que somos no nos dejaremos pisar por un pie de hielo que cada día, con nuestro calor y junto al calor de los que nos defienden, de los que usan realmente la razón, ese calor de la humanidad está haciendo que te vayas evaporando poco a poco hasta convertirte en una milésima de gota de intolerancia y por fin, te desvanezcas en el olvido para nunca, nunca regresar.
La única enfermedad que se puede nombrar eres tú, tú eres quien va a contracorriente de la naturaleza, mancha de la humanidad, fantasma de la verdad, imagen efímera vendida en una obra de teatro que llega al fin de su actuación.

Al aparecer cavaste una tumba para nosotros pero no fuiste consciente de que la inscripción de la lápida de esa tumba llevaba tu nombre desde el instante que empezaste a mover la tierra del cementerio.

Réquiem in Pace en el Paraíso de tu Infierno.

Fran Frannao




5 comentarios:

Valkan Smith dijo...

Esto simplemente merece un aplauso.

Todavia falta mucho por hacer, pero cada vez estamos más cerca.

Anónimo dijo...

No hay que añadir mas. Algún dia conseguiremos esa normalidad, eso si, no con enfrentamiento, sino enseñando. No utilizemos sus armas, hay que ser mucho mas inteligentes.

Un beso cielo

Anónimo dijo...

Creo que las fobias en general son todas enfermizas y que los que las padecen son carne de psicólogo o de psiquiatra… Sé que generalmente los más homofóbicos suelen aquellos que menos clara tienen su propia sexualidad y esa inseguridad les enferma.

Eres muy duro en tu texto, no es para menos. Creo que cada día son menos los que ven la homosexualidad como una enfermedad, como algo contranatura, cada día son menos los que quieren exterminarnos, pero aún son demasiados los que nos temen, nos discriminan, y en conjunto nos hacen la vida imposible.

Un abrazo.

Seu dijo...

Gran texto, sí señor :)

Anónimo dijo...

Me ha encantado esta reflexión... sip.
Directa a mis recomendados.

besos.
muchos.
envueltos.

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