Antonio ha cambiado el mundo

Parece que poco a poco nos van llegando más historias sobre cómo consiguieron cambiar el mundo algunos de nuestros seguidores. Esta semana os dejo con la historia de Antonio, que logró cambiar su mundo a mejor superando las barreras que le entorpecía su camino.

Si te gustaría participar en la sección con una experiencia que nos quieras relatar, esté relacionada con el mundo LGBT o no, envianosla a apoyolgbt@gmail.com

Aquí os dejo con la historia de Antonio. Espero que os guste ;)

Cuando Fernando me hizo saber que iba a comenzar un Nuevo Proyecto, no lo dudé. No sabría cómo explicaros mi situación, pero os puedo decir la trayectoria para que podáis entender y dar con una respuesta también a vuestras vidas. Todos nacemos por igual, ¿cierto?, pero hay cosas que a lo largo de tu vida cambian, una de ellas es la educación que tus padres te dan a lo largo de tu infancia y adolescencia. Nadie me dijo que ser Homosexual era malo, nadie, pero la educación que me dieron, así lo decía. Yo me crié en una familia cristiana, como otros muchos homosexuales, algunos lo tiene fácil, es verdad, y otros complicado. Siempre supe que yo era gay y por ello me negaba en rotundo excusándome con: Decepcionaría a todos. Soy un monstruo. Eso está muy mal, ¡no debes serlo! Así durante muchísimos años. Comenzar una nueva etapa en tu vida te da esperanzas, pero tenemos que recordar, que cultivamos ilusiones y que muchísimas veces se regarán con nuestras lágrimas, ya sean: por amor (en todos sus sentidos, el no correspondido,…) dolor, pérdida, tristeza, alegría, siempre estaremos regando esas ilusiones, y que tenemos que evitar que mueran. Cuando llegué a Secundaria, la verdad estaba acojonado, me verán como un bicho raro, me notarán diferente, ¿qué puedo hacer? Como os dije antes la educación es una de ellas, y he aquí mi respuesta modesta. La Impronta. La impronta tiene varios significados, y dos interesantes. La genética y la moral. La genética es la que nos dan nuestros padres, o si lo preferís, la naturaleza en su estado puro, determina el color de ojos, cabello, altura, complexión, personalidad y la moral, la entiendo yo como la heredada. Es decir, la que nuestros padres nos inculcan de pequeños. Te educan en un entorno heterosexual, un mundo heterosexual y por lo visto, el mundo LGTB, está suprimido en igualdad. He ahí de conflictos internos y confusiones y negaciones. Jamás pensé que llegaría el momento de “salir del armario”, eso no lo planeas, yo al menos, salió en una conversación. Al principio noté un lapsus en todos los ahí presentes, pero con el tiempo me dieron todo mi apoyo, hasta la persona que creía que me vería mal, mi primo. Os diré una cosa: juzgué a mi primo por lo mismo que esperaban que me juzgasen. Es una idea preconcebida de todos. Es verdad, yo lo he pasado muy mal, he llorado hasta quedar agotado, he sufrido por amor, pero por otro lado he descubierto que soy Único.

Dijo una vez Martin Luther King: "No hace falta ver toda la escalera, solo tienes que dar el primer paso". Eso es a lo que voy. Podemos lanzarnos al vació con la esperanza de que alguien nos coja, pero para eso tenemos cabeza. Seguramente a algunos de vosotros os habrán mirado mal, comentarios homófobos, burlas, pero por qué negar una vida de felicidad. Podemos elegir no salir del armario, ocultarnos, pero, ¿negar la felicidad que nos otorga el destino y la vida? Tenemos que ser fieles a lo que somos.

Ahora os diré mi reflexión: Si dudas de ti, nadie creerá en ti, avanza con pasos agigantados, pero con el ímpetu de un sabio, sufrirás, llorarás, sangrarás, pero el destino da la vida, ser nosotros mismo no es un delito, disfruta, ríe, enamórate, acéptate, porque si no lo haces tú… ¿quién lo hará? Eso he aprendido yo, ser yo mismo. Chicos y Chicas, para todo, tenemos que aceptarnos como somos, nuestra orientación sexual, nuestro físico, nuestra forma de ser, etc.

Me ha costado muchísimo aceptarme. Mi pesimismo era brutal, pero cambio mi visión poco a poco, veo las cosas en color, voy al ambiente gay de mi ciudad, conozco chicos, no me cierro, río cuanto quiero, soy feliz, soy como soy. Y creí al principio que mi homosexualidad, mi Físico, eran gazapos que amargarían mi vida, pero ¿ahora? La mar de feliz!!! Os dejo con otra frase: “Sigue tu felicidad y el universo te abrirá puertas allí donde solo había muros”

4 comentarios:

Camiloco dijo...

Inspirador !! Solo eso puedo decir y tambien que me ha ayudado mucho a mi ! buen trabajo Antonio y Fernando por crear esta seccion !!

Anónimo dijo...

Creo que la clave es eso: tenemos que aceptarnos como somos, nuestra orientación sexual, nuestro físico, nuestra forma de ser, etc.

Muy buena tu aportación, me ha encantado.

Un abrazo.

Z dijo...

Aceptarse a uno mismo es el proceso que define la madurez y la adolescencia entera. Pero claro, tampoco es lo mismo aceptar ser el príncipe felipe que aceptar ser Cuasimodo, es que eso también es muy relativo, no?

Personalmente, yo aún sigo en ello, jajaja.

Anónimo dijo...

Un aplauso por Antonio. cuando nos aceptamos en todas nuestras formas, es cuando realmente somos felices.

Un beso cielo

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