Condenación cristiana de la homosexualidad
No se encuentra ninguna condena de la homosexualidad en el mensaje de Jesús tal y como lo recogieron varias de las primeras comunidades cristianas en los evangelios ni tampoco en ninguno de los escritos apostólicos, excepto los de Pablo.
La condena cristiana de la homosexualidad viene de la tradición judía, interpretando textos del Antiguo Testamento, pero es San Pablo quien incrementa esta hostilidad. En I Cor. 9.6 y en I Tim. 1.10, Pablo transcribe una lista o catálogo de pecados que los estoicos habían difundido ampliamente en aquel tiempo, entre ellos están los cometidos por los afeminados y sodomitas. La condena más fuerte de Pablo está en Rom. 1.26-27.
Además de apelar a las Escrituras y el Magisterio (magisterio constante de la Iglesia), la postura católica en términos morales confía en el pensamiento humano. Otras instancias son el estudio de las ciencias humanas o la atención a las experiencias personales de la gente. Pero las conclusiones a las que llega sobre la ley natural son poco convincentes dado que la naturaleza de la sexualidad aún es objeto de debate.
La procreación es ciertamente un aspecto de la sexualidad. Sin embargo, la Iglesia Católica acepta el matrimonio entre parejas estériles conocedoras de su esterilidad y también entre las de edad avanzada. Más aún, su Magisterio ha puesto énfasis recientemente en el aspecto unitivo del sexo (estimación, dedicación, comunicación).
El magisterio de la Iglesia oficial requiere a los homosexuales que se abstengan del sexo. Pero la Iglesia también enseña que la gente está obligada a formar su conciencia responsablemente y seguirla en cada decisión moral. Ni la Escritura, ni la Tradición, ni la teoría de la ley natural, ni las ciencias humanas, ni las experiencias personales convincentes apoyan la postura oficial de la Iglesia Católica sobre la inmoralidad de los actos homosexuales.
De acuerdo con esto, después de mucho rezar, muchos gays y lesbianas católicos han formado sus conciencias, disienten de la Iglesia oficial y tienen relaciones homosexuales. En este punto actúan exactamente como las parejas casadas católicas que no aceptan el Magisterio sobre la contracepción.
Este texto ha sido extraído del ideario de Dignity (EEUU, 1996). Dignity es un movimiento de laicos católicos formado por gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, sus familias y amigos. Nació en Los Ángeles el año 1969. En 1973 se estableció en todos los EEUU. Hoy su sede está en la ciudad de Washinghton, DC y tiene 75 asociaciones por todo el país.
2 comentarios:
El problema del catolicismo es que se basa no en la Sola Scriptura como los Protestantes, sino que también tiene a la Sagrada Tradición.
Jorge Luis Barrera: Creo que no es solo eso, ya que entre otras cosas han llegado a falsear los diez mandamientos.
Muchas gracias por pasarte y muy especialmente por comentar.
Un abrazo.
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