Algo que contar...


Quedar para tomar café por la tarde es algo que me encanta. Aquella tarde de Domingo caminaba en dirección a la casa de una de mis mejores amigas, la calle estaba desierta; sin embargo la calma y el silencio que inundaban la ciudad a esas horas contrastaban con la agitación de mis pensamientos de los últimos meses: Había algo que quería contar.

¿Por qué ocultar una de las facetas que me acompañará durante toda la vida?...Para mí sólo es una característica más de las muchas que me definen, además, es totalmente inocua, no hace daño a nadie....Y sin embargo ¿Por qué se le da tanta importancia? ¿Por qué tanto miedo de contarlo?

Tan absorto estaba que anduve casi sin darme cuenta la gran distancia que había hasta mi destino y cuando entré en el portal noté cómo la frenética actividad de mi interior había hecho que incluso no sintiera el frío, tan intenso para un sureño, de aquel día. Finalmente, llamé al timbre, y al abrir la puerta la alegría de ver a mi amiga, después de tanto tiempo, me hizo olvidar lo que hasta ese momento me ocupaba...

Ella me había invitado a café, y eso es lo que hicimos, coger una bandejita con la cafetera, dos tazas, el azucar... y sentarnos al calor de la mesa camilla a tomarlo, mientras la conversación fluía. ...un tema sucedía a otro sin parar....

Quizás el largo tiempo sin vernos, lo que habia vivido ella últimamente, o mi deseo de abrir mi interior de aquel día, hicieron que cada vez nos contaráramos cosas más íntimas. Montones de sentimientos, normalmente encerrados en un rincón del corazón, empezaron a salir, hasta que llegó uno, vivo, muy intenso, que como un torrente escapó de la cárcel donde siempre había estado prisionero...

Dije:


-Soy gay...

Su mirada lejos de la sorpresa, fue de comprensión y ternura...Rió suavemente:

-Te has puesto rojo...

Yo reí también, ¿por acto reflejo, por nervios?

Lentamente se acercó, me besó en la mejilla y susurró:

-Siempre sospeché que lo eras...

Por más que le pregunte no me dijo por qué lo sospechaba...tenía razón no era lo más importante en ese momento...y sólo mucho tiempo después descubrí que incoscientemente ya se lo había dicho bastante antes de aquel día...

Después de aquel momento mi corazón se encontraba libre...y pude contarle montones de experiencias que hasta entonces habían sido censuradas por esa mente, que tantas veces prefiere ocultar lo que realmente eres a causa del miedo al rechazo, a ser diferente, a ser un incomprendido...

La conversación se alargó durante horas, aunque era ella la que me oía pacientemente mientras yo hablaba y hablaba...No todo el mundo tiene las cualidades de esa chica...Quizás por eso la quiera tanto, y quizás por eso mismo también fue la primera persona a la que le confesé mi mayor y más oculto secreto hasta entonces, conviertiéndola en su depositaria. Sé que ella lo guarda como una de sus mayores joyas, porque es la causa de esa complicidad tan especial que ha surgido entre nosotros.

Hoy en día aún no lo he hecho público, sigue siendo un secreto que sólo comparto con los amigos en quienes realmente confío... Aunque quizás esa actitud me cierre muchos caminos...

Y tú...


¿cómo y cuándo lo contaste?
¿por qué lo hiciste? o ¿por qué no quieres hacerlo?

5 comentarios:

Seu dijo...

Bonita historia :)

Yo... se lo he contado a algunos amigos y amigas, porque quería, porque creí que debían saberlo...

Sin embargo otras veces pienso que no tengo por qué aclarar algo así... del mismo modo que los heteros tampoco lo van contando a todo el mundo. Sin más...

Josep Peaceforever dijo...

Muy linda tu historia. Tuviste una acogida fenomenal... Me parece que ya he contado más de una vez mi aventura cuando lo intenté, fue un desastre, me hicieron desistir y me intentaron convencer de que era mentira, que estar enamorado de un chico no significa nada, pero la realidad siempre se acaba imponiendo.

Un abrazo.

dolmance dijo...

en mi caso algunos lo saben otros no pero te dire algo todops lo sospechan cuando tenia 14 anos se lo conte a mi madre, y su respuesta fue simple.

ahora es k te das cuenta porque yo siempre lo e sabido.

Kotei dijo...

La primera persona es la que más nos cuesta, porque es romper algo que hemos llevado escondido mucho tiempo, pero despues de eso, todo se vuelve más normal. Yo solo se lo he contado a tres personas directamente, mi mejor amiga, mi madre y otra amiga. Despues de las tres, que fueron casi una detras de otra, ya no lo he contado directamente, simplemente me he comportado como soy, y si he visto a un chico que me gustaba lo he dicho sin problemas, y cosas así. Si lo haces natural, la gente lo va a tomar de manera natural.

Un beso

Flecha Azul dijo...

-Seu: Gracias :)...Así pienso yo también, al final no es más que otra característica mía...que como otras muchas hay a quién me apetece contársela y a quien no creo que le interese más allá del simple morbo que dan estos temas...
Sin embargo, a veces pienso que con esa actitud dificulto las ya pocas posiblidades de que algún chico se fije en mí...

-Peace for ever: Vaya... :(...sin embargo, pese a la mala experiencia, la realidad, y el sentido común se acabaron imponiendo :)...¿sabes? admiro lo claras que tienes las ideas y la solidez de tus principios :)...
Un abrazo!

-Dolmance: Es curioso cómo la gente que te aprecia puede llegar a conocerte mejor que tú mismo...

-Kotei: Es verdad, la primera vez es la más difícil...luego ya se allana el camino... :)
La naturalidad es el único camino, porque al final tú eres como eres, cualquier otro comportamiento supone un esfuerzo para nada...
Besos.

Gracias a todos por compartir vuestras experiencias :)

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