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Josep Peaceforever
Patrick Brady (que interpreta Cillian Murphy) es una chica que nació en el cuerpo de un chico en una pequeña población de una Irlanda. Al nacer fue abandonado por su madre en la puerta de la parroquia cuyo cura (que interpreta Liam Neeson), que es su padre biológico, lo da en adopción. El ambiente que le rodea está cargado de homofobia y condicionado por el terrorismo del IRA. Patrick que es consciente desde el principio de que es diferente a los demás, sobrevive en ese ambiente hostil gracias no sólo a su ingenio y a su encanto, sino también a que no está dispuesto a que nada ni nadie lo cambie.
En esa película de Neil Jordan ambientada en los años setenta se teje una historia surrealista y mágica para mostrarnos este divertido y conmovedor retrato de un joven transexual que resiste las pruebas y los desafíos con una sonrisa y manteniendo su fe en la bondad inherente a todos los seres humanos. A pesar de la dureza con que la vida trata a Patrick/Patricia, la película no se recrea ni en la crueldad de la violencia ni en las escabrosidades del sexo. Es emocionante, humana y, además, divertida. Cuenta una hermosísima historia, con personajes creíbles, alejados de los tópicos, y está llena de ternura. Es tragicómica y, a veces, triste. Es como la vida.
Quizás lo más difícil de afrontar es el tramo inicial que resulta simplemente extraño, superado dicho tramo, “Breakfast on Pluto” comienza a funcionar muy bien, jugando con una trama bien hilvanada, donde cada momento es mejor que el anterior y cada etapa ofrece nuevas posibilidades a unos personajes de dudoso destino, llegando a desembocar en un final, donde el confort que llega a sentir el espectador, es de agradecer.
Tanto la fotografía como la música son excepcionales. La grandísima interpretación de Cillian Murphy es apabullante. Si la habéis visto ya me diréis que os pareció, si no, espero que os guste tanto como a mí.
Un abrazo.
En esa película de Neil Jordan ambientada en los años setenta se teje una historia surrealista y mágica para mostrarnos este divertido y conmovedor retrato de un joven transexual que resiste las pruebas y los desafíos con una sonrisa y manteniendo su fe en la bondad inherente a todos los seres humanos. A pesar de la dureza con que la vida trata a Patrick/Patricia, la película no se recrea ni en la crueldad de la violencia ni en las escabrosidades del sexo. Es emocionante, humana y, además, divertida. Cuenta una hermosísima historia, con personajes creíbles, alejados de los tópicos, y está llena de ternura. Es tragicómica y, a veces, triste. Es como la vida.
Quizás lo más difícil de afrontar es el tramo inicial que resulta simplemente extraño, superado dicho tramo, “Breakfast on Pluto” comienza a funcionar muy bien, jugando con una trama bien hilvanada, donde cada momento es mejor que el anterior y cada etapa ofrece nuevas posibilidades a unos personajes de dudoso destino, llegando a desembocar en un final, donde el confort que llega a sentir el espectador, es de agradecer.
Tanto la fotografía como la música son excepcionales. La grandísima interpretación de Cillian Murphy es apabullante. Si la habéis visto ya me diréis que os pareció, si no, espero que os guste tanto como a mí.
Un abrazo.
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