El movimiento LGBT y la Televisión

En nuestro país todavía no destaca casi ningún canal por tener contenido dedicado al colectivo GLBT. Aunque proliferan proyectos para igualar a Francia con su canal gay a través de satélite, en España aún se tantea al público homosexual habiendo emitido series para gays y lesbianas como The L World o Queer As Folk.

Por otra parte, la presencia en este medio de personajes populares que han declarado abiertamente su homosexualidad está siendo muy positiva, ya que contribuyen a la normalización y al cambio de mentalidad
de un público que cada vez es menos cerrado. En España, a día de hoy, es bastante significativo que haya series de producción española que cuenten con gays, lesbianas y transexuales entre sus personajes más destacados. Ya era hora de que se presentaran (con mayor o menor acierto) personajes no estereotipados como personas que sienten y padecen como cualquier heterosexual de a pie.

La pluralidad ha llegado también a la Telerealidad. Ya puede un transexual entrar en Gran Hermano, como uno más, para tratar de llevarse un suculento premio y la consiguiente fama. Igualmente, hemos podido ver a una pareja de gays ganando una casa de más de cien metros cuadrados en La Casa de tu vida. Por fin iguales, en lo bueno y en lo malo. Porque, aunque no soy muy de realitys, se supone que lo que muestran es eso, lo supuestamente cotidiano aunque esté "guionizado" por lo que la cadena emisora edite para crear una polémica y una línea argumental entre los personajes-concursantes. Pero, por lo menos, se conserva la esencia, la idea central que tiene ese formato de programa: mostrar la convivencia de personas distintas pero que precisamente no se definen sólo su sexualidad sino por cómo son.

En cuanto a visibilidad mediática, son los hombres quienes continúan yendo en cabeza. Las que parecen más reticentes al outing catódico son las lesbianas. ¿Dónde están las actrices, las presentadoras, las políticas que aman a otras mujeres?¿Por qué en la última campaña de Amnistía Internacional contra la homofobia, en países como Colombia o Afganistán, los organizadores no pudieron encontrar a ninguna y tuvieron que pedir a Patricia Vico que diera la cara, aún no siendo homosexual, aprovechando que había interpretado a una lesbiana en "Hospital Central"? ¿Acaso las artistas o periodistas lesbianas tienen miedo a no ser bien
acogidas o a que no se les reconozca su trabajo una vez fuera del armario? Parece ser que es éste, sin duda alguna, el principal problema que hay que solventar para conquistar la tan anhelada aceptación social.