Una situación, un sentimiento



Era tarde pero las terrazas seguían llenas, las guirnaldas de colorines y los toldos cubrían las calles, abarrotadas por todo tipo de gente, y la brisa, por fin decidía venir desde el mar... Era la feria...

Me gustan esos días: El ajetreo, las luces, los trajes típicos, la música, los coches de caballos y sus cascabeles...Quizá sea por salir de la rutina, o quizás sólo porque lo llevo viendo desde pequeñito y me he acostumbrado a ello...lo mismo si fuera de San Sebastián me gustaría la Semana Grande...Al fin y al cabo uno siente cierto cariño por el entorno donde vive.

Caminaba hacia una de las calles peatonales perpendiculares a la principal, o al menos la más famosa, de esta ciudad sureña y allí en una de esas terrazas me esperaba mi padre con su nueva ¨amiga¨. Con eso de que llevo todo el verano fuera apenas nos habíamos visto...

Él aprovechaba para preséntarmela...yo podía haber aprovechado para hablarle de ese chico tan especial con el que llevo más de un mes...sin embargo no lo hice...¿Cobardía? ¿Poca picardía?...Era el momento: Él deseaba que yo viese bien la situación, cualquier cosa que le pidiera o le contara la iba a dar por buena...Pero creo que para las cosas importantes nunca he sido práctico...

El tiempo fue pasando, y ella se mostraba muy amable intentando que la aceptara, supongo...cosa para mí absurda, pues yo no tengo que aceptar a nadie, si él es feliz con ella a mi me vale...por tanto, fui todo lo educado y simpático que pude...pero sin embargo en el fondo de mi corazón crecía una gran decepción...pues las cosas no sucedían como yo deseaba...

¿Cómo podía yo sentir eso?

La razón me decía que él debe ser feliz y rehacer su vida como mejor pueda, sin embargo mi sentimiento era de un cierto rechazo, de que ojalá estuviese con la que realmente era su mujer, mi madre.

Siempre he odiado las contradicciones...y ahora caigo en una...

Entonces pensé en que si a mi me decepcionaba esa situación, quizá a ellos, mis padres, aunque respetaran, se decepcionarían también cuando yo les contara quién me gusta...porque en sus esquemas mentales, o en su sentimiento imaginan otro futuro para mí...

Y no es que sienta la presión de buscarme un futuro que les agrade, pero si tengo el deseo que le tengan cariño a la persona a quien amo...

¿Cómo pedirles a ellos algo que ni yo mismo puedo dar?

No sé que pasará más adelante...por supuesto esa mujer siempre tendrá mi comprensión y respeto...aunque no se si logrará mi cariño...ojalá así fuera y contradiga algún día lo que ahora estoy escribiendo...

Au Revoir!!

1 comentarios:

Descubridor dijo...

Por los datos que has dado deduzco que eres de Málaga... muy cierta toda tu historia, a veces nos damos de bruces contra cosas que creemos que hemos superado, o de las cuales estamos por encima...

Ains, si todo fuera tan fácil como lo pintan en las películas...

¡Mucha suerte!

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