Vivir la noche



La costumbre de vivir la noche que ahora parece natural debe tener en mi país unos 30 o 40 años. Antes sólo salia de noche por fin de año, por San Juan u otras fiestas especiales e incluso podía incluso podía ver salir el sol después de una noche de jolgorio. Se empezó a salir las noches de los sábados, la peña quedaba después de la peli de la tele (hacia la una) y seguía la fiesta hasta altas horas de la madrugada (a las 4 o las 5 que cerraban los últimos locales). La cosa se complicó añadiendo la noche del viernes (dos noches seguidas) y la juventud dormía de día tanto sábado como domingo. Más adelante aparecieron los afters (after hours) que permitían seguir con el jolgorio hasta que se hacia de día...

Los universitarios, hay a quien dice que por elitismo, aunque ellos defienden que lo hicieron porque la mayoría de los compañeros de fuera nunca se quedaban, empezaron a salir los jueves (eso quiere decir que los viernes no hay quien rinda a clase, si es que van). A esa noche del jueves aquí se le da el nombre de la noche universitaria. Actualmente, en mayor o menor grado, se sale cada día. Hay mucha peña ociosa entre fracasados escolares, parados y otros desocupados... Lo que no sé es de dónde sacan el dinero. Aunque se ve que ahora el que paga es un pringado, que la gracia es entrar en los locales por la jeta y beber por el morro o de botellón.

El libro Mañana lo dejo de Pedro García Aguado que según dice la publicidad es un campeón olímpico que venció a las drogas y al alcohol, habla de ese tema. Él dice que una de las cosas que más lo ofendió es que le dijeran que era un politoxicómano. Este hombre entró en el mundo de la droga vía la noche y el alcohol. Reconoce que el problema es que muchos de nosotros no somos consciente de que el alcohol es una droga, y una droga de las duras, especialmente los destilados: Los aguardientes y licores que tienen más del 20% o 30% de alcohol químicamente puro.

Volviendo por la noche. Toda persona necesita de un periodo largo de descanso cada día, cuando se es joven tiene que ser de 8 a 10 horas, para los adolescentes incluso de más, y a medida que uno se va haciendo mayor poco a poco va necesitando menos. Además, el cuerpo se acostumbra a seguir un determinado horario y lo reclama por mecanismos ya os deben ser bien conocidos. Una persona que lleva una actividad diaria de trabajo o estudio de lunes a viernes, levantándose a menudo prontito y durmiendo las horas justas que muchas veces no llegan a las mínimas necesarias, los viernes por la noche está cansada y su cuerpo le reclama cama. ¿Pero quiere ir de fiesta, como se lo monta para aguantar?

Pedro García, que me parece una persona muy lúcida en este tema, explica que él empezó con el alcohol, bebía hasta tener el puntito. Primero eran dos copitas, después tres y después más y más hasta el puro alcoholismo. Dice que hay un momento en que el propio cerebro se descontrola y va pidiendo más y más... ¿Pero pasa con el alcohol? Pues que después de la euforia viene la bajada (el bajón), vuelve el sueño y se ha acabado la fiesta. ¡Ah! Pero un día descubres la coca... La coca te vuelve a poner en órbita, te saca el sueño y adiós al bajón... Él, además, acabó añadiéndole éxtasis y pastillas de todos los colores del el arco iris.

Hay quien se hincha a tomar cafés o, lo que es peor, Red Bull que te pega una castaña de cafeína que te pone en marcha estés como estés... Corre por Internet un folleto explicando cómo es de malo el Red Bull. Se podría decir que te da las alas del angelito en que te conviertes una vez has muerto... Un amigo, adicto al Red Bull me contaba en una noche podía tener sexo 4 y 5 veces en los lavabos de los locales que iba, con chicos diferentes... Recuerdo que un día después de estar juntos y de haber follado me dijo que se iba de fiesta y, mientras se tomaba un Red Bull, me comentó: Bueno, esta noche aún me voy en correr 2 o 3 veces más... ¡Y era un día cualquiera de la semana!

Para aguantar la noche o las noches del fin de semana, no suele ser suficiente emborracharse para pasárselo bien, además hay que encontrar la combinación química que te mantenga espabilado para aguantar todas las horas de fiesta. No es la primera vez que oigo decir que, además, muchas de estas sustancias crispan, es decir, nos predisponen a la saltar por cualquier cosa y acabar a puñetazos o cuchilladas por cualquiera chorrada... En otras palabras, fomentan la violencia.

Siempre me ha parecido que los porretes eran más inofensivos que el alcohol... Pero que sean más inofensivos no quiere decir que sean inocuos. De hecho, se ha detectado que producen una pérdida de capacidades como memoria, capacidad de concentración, etc. El problema mayor de los porretes no es éste, es que les pasa como al alcohol, que cada día les pides más y hay un momento que pasas a cosas más fuertes. Muchos heroinómanos han empezado con porretes inofensivos...

El alcohol tiene la pega de que es una droga que está socialmente admitida y por lo tanto es de fácil acceso. La sociedad no es lo bastante consciente de los peligros que lleva asociado el abuso de este tóxico. En realidad mucha juventud de ahora son alcohólicos de fin de semana, buena parte, además, son politoxicómanos y lo más triste es que te dicen "yo controlo" y si quiero "mañana lo dejo". Y así le fue a Pedro García Aguado y a muchos, pero muchos, más...

Yo me pregunto si el error no es la noche. ¿No nos estaremos equivocando? Salir de noche quiere decir tener que aguantar desvelado muchas más horas de las que el cuerpo aguanta de una manera natural y eso nos lleva a buscar ayuda (generalmente en los tóxicos) para aguantar. Pasárselo bien, dejar las tensiones y el estrés, y relajarse, reír libremente, disfrutar... Eso es muy bueno cuando uno no necesita el alcohol ni de los porros para lograrlo. El problema es desinhibirme ¿No sería mejor hacerlo sin la ayuda de tóxicos?

Un abrazo.

2 comentarios:

Flecha Azul dijo...

Leo, leo, leo... y no paro de decir "que razón tiene"...xD

Muchas veces se habla de los efectos negativos del jet lag, como una cosa del personal de vuelo, o de aquellos que por trabajo viajan mucho...y sin embargo la mayoría de los jóvenes nos sometemos a esos desfases horarios sistemáticamente entre la semana y el fin de semana...

Yo cuando he salido y no he bebido nada, porque tenía que coger el coche después...al día siguiente aunque haya vuelto, no sé a las 6 por ejemplo, ya no duermo igual y aunque me levante hacia el mediodía , me encuentro cansado y como "más atontado" que de costumbre....desde luego si a eso le añado que sí bebí la noche anterior entonces me encuentro mucho peor...vamos la típica resaquilla...xD

Pero claro, no se pasa igual el día que te bebes unas copillas al día que no puedes beberlas...¿verdad?...:D

No notas el cansancio, estás más desinhibido, más gracioso, te ríes por cualquier cosa...

Pero al final es un engaño, es como pedir un anticipo, de una forma artificial, de las energías de los días siguientes...Porque por supuesto luego la semana se te hace mucho más cuesta arriba después de un finde así, a parte de que no rindes, ni mucho menos, lo mismo....

De modo que no puede ser bueno de ninguna de las maneras salir toda la noche por costumbre...

Hoy día muchos ayuntamientos, asociaciones, universidades...promueven actividades alternativas, en el mismo horario, al botellón...aunque con menos éxito del esperado...

y es una pena que la vida universitaria se reduzca sólo a una sucesión de fiestas 3 días por semana como mínimo...cuando existen tantas otras actividades deportivas, culturales,sociales, de voluntariado...que se pueden hacer en horarios más razonables y que aparte de permitirte tratar y conocer también a mucha gente, son mucho más enriquecedoras de cuerpo y mente...

Josep Peaceforever dijo...

Flecha Azul: Te agradezco mucho ese comentario tan alentador, ojalà todo el mundo lo viera tan claro, especialmente los más jovencitos.

Un abrazo.

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