Juventud homosexual

 

En general los centros educativos son como un espejo de la discriminación y de la homofobia existente en la sociedad, sociedad donde los jóvenes LGBTQ se encuentran con la ausencia de apoyo familiar, aislamiento, victimización, e inhibición del profesorado. «Muchos profesores, incluso los directores de los centros, miran para otro lado cuando tienen ante ellos casos de acoso escolar a niños gays o a niñas lesbianas. Prefieren no resolver y desentenderse del dolor y las dificultades por las que seguramente estará pasando la víctima» dice el psicólogo y escritor Manuel Soriano autor de un libro de autoayuda titulado "La juventud homosexual", orientado a adolescentes homosexuales. Porque los jóvenes LGBTQ «necesitan mecanismos de defensa y referentes ante el alto nivel de homofobia y acoso escolar que deben afrontar.»

Consciente de que alcanzar la felicidad es mucho más difícil para el colectivo LGTBQ que para la mayoría heterosexual, que el acoso al que pueden estar sometidos afecta a su autoestima, que el caldo de cultivo social es, a veces, doloroso para el colectivo homosexual, que se estima que a un 22% de las familias les cuesta aceptar-lo y que algunos adolescentes ante esto optan por el suicidio, Manuel Soriano plantea nos ofrece una obra en forma de ensayo dirigida a las personas que se encuentran en una horquilla de edad comprendida entre los trece y veintidós años, que están reconociéndose y aceptando su realidad afectivo-sexual, e intentando salir positivamente del armario.

Para el que le interese la referencia es:

LA JUVENTUD HOMOSEXUAL
Autor: MANUEL ANGEL SORIANO
ISBN: 978-84-92813-54-4
Editorial: EDITORIAL GAY Y LESBIANA (EGALES)
Precio aproximando: 17 €

Si bien es cierto que los tiempos evolucionan y que, de unos pocos años a esta parte, contamos en España con leyes que avalan nuestros derechos como ciudadanos de primera clase, no lo es menos que, ante unas avanzadas leyes democráticas, todavía en nuestra sociedad queda un sector recalcitrantemente homófobo que no cesa en ponernos cortapisas con la insana intención de mutilarnos nuestro derecho inalienable a ser felices.

Pienso que a muchos de nosotros, que aún nos ocultamos, nos hubiera venido muy bien una obra de este tipo, y, por eso, espero a que a los lectores de este blog que estén en esas circunstancias o en otras parecidas aprovechen esta opción si no tienen a su alcance otra mejor.

Un abrazo.