Wert y su modelo de ciudadanía

En el año 2006 se implantó, durante el anterior Gobierno, una nueva y controvertida asignatura para la ESO: Educación por la Ciudadanía. Muchos padres de alumnos protestaron por ser dicha materia una vía para el adoctrinamiento. De hecho, hubo quienes se opusieron y objetaron de conciencia. La asignatura no contó con el beneplácito de la Conferencia Episcopal ni de la oposición política de aquel momento, generándose crispación entre los sectores más conservadores y animando a elevar quejas por el contenido que en los libros se vertía: rechazo a la xenofobia, la homofobia, desigualdades sociales, etc.

Ahora las tornas han cambiado. José Ignacio Wert, actual Ministro de Cultura, le ha dado la vuelta a la polémica asignatura obligatoria, llamándola Educación Cívica y Constitucional. Los cambios significativos que podremos encontrar de base radican, precisamente, en aquellos puntos tan duramente criticados en el pasado: borra la única mención del decreto 1631/2006 a la homosexualidad, elimina cuestiones que afectan, de forma más o menos directa, a conflictos o tensiones sociales, e incorpora otros conceptos, como nacionalismos excluyentes, terrorismo, el papel de la iniciativa económica privada “en la generación de la riqueza” o el respeto a la propiedad intelectual. Es decir, esta materia se convierte en una asignatura "ligth" que en vez de enfocarse verdaderamente al civismo y el respeto, aboga por obviar los derechos fundamentales y actualmente constitucionales que cierto sector se niega a reconocer para mantener a las masas tranquilas.

Pronto veremos qué de bueno nos aporta esta nueva versión maquillada, más centrada en los aspectos económicos y que pasa de puntillas sobre las verdaderas realidades sociales, pero que por fin cuenta con el respaldo de la Iglesia.