¡Hola a todos!
Ante todo, he de agradecer a Fernando la oportunidad que me ha brindado para expresarme en este blog. Iniciativas como la suya siempre han sido necesarias, por mucho que la gente se acomode y por más que creamos estar sumidos en una normalidad aburrida, pero bien merecida.
Los tipos de posts que haré estarán relacionados con la cultura antigua y moderna, pequeñas reflexiones, escritores LGTB y, en fin, todo aquello que pueda resultar interesante e informativo para que los lectores puedan conocer mejor los antecedentes del mundo "gay".
Ante todo, he de agradecer a Fernando la oportunidad que me ha brindado para expresarme en este blog. Iniciativas como la suya siempre han sido necesarias, por mucho que la gente se acomode y por más que creamos estar sumidos en una normalidad aburrida, pero bien merecida.
Los tipos de posts que haré estarán relacionados con la cultura antigua y moderna, pequeñas reflexiones, escritores LGTB y, en fin, todo aquello que pueda resultar interesante e informativo para que los lectores puedan conocer mejor los antecedentes del mundo "gay".
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Dice un escritor amigo que más nos vale a los gays estar preparados e interesados por la cultura, que más nos vale distinguirnos por encima de todos los demás, porque ya de por sí tenemos una posibilidad de que se nos discrimine por nuestros gustos sexuales y por ello mejor no dar más motivos para la discriminación.
Y quizá esto sea así, quizá no, pero lo cierto es que los gays a lo largo de la historia (y digo los gays, porque las mujeres, hayan sido lesbianas o heterosexuales, apenas han tenido posibilidad de salir a la palestra hasta hace bien poco) se han visto en la necesidad de luchar contra viento y marea para poder hacerse un hueco en la sociedad. Ejemplos conocemos muchos y en próximos posts me gustaría hablaros de algunos de los ejemplos más curiosos.
Cuando la mediocridad es lo que abunda y triunfa en esta sociedad de facilidades y leyes del mínimo esfuerzo, cuesta muy poco elevarse por encima de los demás. No con intención de superarles en un combate sin sentido, sino para demostrar que uno vale y que, si se lo propone, es capaz de ser mejor en cualquier ámbito (laboral o social) que todos los "heteros" juntos.
Y para destacar tendríamos, los gays, (o en sentido amplio, el colectivo LGTB) que demostrar una cultura más amplia, un conocimiento de nuestro entorno, de la historia, de la ciencia...
Pero este discurso de animación a los gays para ser mejores se ha perdido, hace años quizá tenía algún sentido, era posible que muchos se sintiesen "llamados" a hacer algo importante, a sobresalir y a destacar... ya es difícil no por las posibilidades (pues todos las tenemos) sino porque no nos vemos en la necesidad de ser los mejores para que la sociedad nos haga un hueco. Como hemos logrado normalidad y visibilidad, ya nos vemos eximidos de ser los mejores, o de al menos intentarlo.
¿Por qué se creó el absurdo cliché de que los gays eramos más ricos, más cultos y mejores personas?
Pienso que por esto mismo, porque en épocas anteriores tuvieron que luchar por ellos mismos, y la gente luchadora adquiere una fuerza y voluntad interior que las convierten en combativas para el resto de su vida. Y, por supuesto, personas así, tienen más dinero (por obligación, para salir de la miseria), son más cultas (por necesidad, para conocer su pasado) y son mejores personas (para derribar clichés como que los gays eran todos unos pederastas o poco menos).
En fin, no creo que la normalización que ha sufrido el colectivo LGTB tenga que hacernos más conformistas; normalizar nuestro colectivo no significa equipararnos al nivel del resto de ciudadanos despreocupados por todo aquello que implique un pequeño esfuerzo, no; debiéramos luchar entre todos por volver al cliché anterior, por muy equivocado y alejado que estuviera de muchos gays, pero que en cambio, nos hacía más competentes, más responsables y, lejos de mantener nuestra categoría de ciudadanos de segunda y de "vagos y maleantes", nos elevaba incluso más alto que los imbéciles que se atrevían a insultarnos.
Pues, no lo olvidéis, no hay mayor satisfacción que la de luchar contra la ignorancia y el odio, dos pasitos más por encima de su nivel.
1 comentarios:
Está claro que vencer dificultades hace crecer a las personas, les da recursos para hacer muchas más cosas. Eso que comentas es válido para todas las minorías que son discriminadas por el mero hecho de ser distintas.
De hecho, muchas personas que por la razón que sea tienen la vida demasiado fácil acaban desperdiciando su potencial como persona, no desarrollándose en ningún sentido.
Estoy contigo en que deberíamos luchar contra la ignorancia i contra toda clase de recelos, rencores y odios... Ya que al final lo que vale para cada persona son sus logros y el bienestar de los que le rodean.
Me ha gustado tu texto.
Un abrazo.
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